La doma clásica

 La doma clásica, una modalidad que requiere de mucha coordinación, mucha paciencia y mucha elegancia. ¿Por qué digo todo esto? Pues muy sencillo, empezamos a meternos en este mundo tan bonito.

Para empezar digo lo de coordinación porque en este tipo de deporte trabajan dos cabezas, es decir, no puedes ir tu por un lado y tu caballo por el otro, no. Tenéis que fluir como equipo y saber ejecutar todos los ejercicios con una coordinación perfecta para que salga bien. 

Eso por un lado, luego he puesto paciencia ya que, al trabajar 2 cerebros y no poder comunicarse, es mucho más complicado el tema de la coordinación y de la ejecución del ejercicio, ya que como bien he dicho, trabajan 2 cabezas, el jinete y el caballo. Los dos tienen malos días, los dos tienen molestias, los dos son seres humanos que se les puede cruzar en cualquier momento, con todo esto dicho, la paciencia es fundamental para el tema del trabajo, ya que si tu tienes un mal día no montas y ya está, pero no vas a poder saber que le pasa realmente a tu caballo.

                       

Por otra parte esta La Elegancia, ¿por qué he puesto elegancia? por el simple hecho de que hay que hacerlo bonito, todo tiene que quedar bonito, cada movimiento, cada ejercicio, cada gesto, tiene que quedar en perfecta coordinación y fluidez. 

Esta doma es para mi gusto, una de las más bonitas y elegantes que va a haber ya que lo que tratamos de hacer es prácticamente que el caballo realice una coreografía pensaba previamente, como si fuese un baile, ya que le añades música para que quede acorde con cada ejercicio.

Ahora os pondré uno de los binomios más bonitos que de momento ha habido en la historia de la doma clásica para que podáis apreciarlo.

EDWARD GAL CON TOTILAS